miércoles, 14 de noviembre de 2007

QUE ES HACER PREVENCIÓN?

QUE HACER PARA QUE SU HIJO NO LAS USE
PATERNIDAD PREVENTIVA
Muchos jóvenes escapan a través de las drogas de la falta de amor, la incomprensión, la sed de atención que experimentan en el hogar.
La tarea de criar a nuestros hijos es probablemente la que más satisfacción nos produce pero, a la misma vez, es la más exigente!
Ser madre o padre requiere tiempo, atención, paciencia y energía. Pero, ante todo, requiere amor.
Es importante desarrollar destrezas como madres y padres para estar mejor preparados y poder ayudar a nuestros hijos a desarrollar sus talentos al máximo en todos los aspectos de sus vidas.
Estas destrezas también nos ayudarán a satisfacer las necesidades físicas, emocionales e intelectuales de nuestros hijos.
Nuestro papel como madre y padre cambia a medida que nuestros hijos crecen. Durante los años infantiles, tenemos que satisfacer todas las necesidades de nuestros hijos: alimentarlos, vestirlos, bañarlos y amarlos.
Según van creciendo, nuestra función se va ampliando. Asumimos papeles de maestro y consejero.
Como Maestros, ayudamos a nuestros hijos a aprender sobre la alegría y las maravillas del mundo. Les explicamos por qué y cómo funcionan las cosas. Les contestamos preguntas de una forma que ellos pueden entender.
Como Consejeros, aconsejamos a nuestros hijos durante tiempos agradables y difíciles, dándoles amor, apoyo y orientación.
Debemos estar conscientes de las necesidades de nuestros hijos. Las siguientes son las necesidades más importantes de que ellos tienen:
NECESIDADES FISICAS
 Buena nutrición
 Descanso
 Cuidado médico
 Ropa apropiada
 Seguridad física
NECESIDADES EMOCIONALES
 Amor
 Aceptación
 Sentido de pertenencia
 Reconocimiento
 Seguridad emocional
NECESIDADES INTELECTUALES
Comunicación: Hablemos con nuestros hijos. A medida que nuestros hijos crecen, debemos hablar con ellos, explicarles lo que vemos, lo que hacemos y por qué, animándoles a hacer preguntas.
Participación es su labor académica.
Participemos en la educación de nuestros hijos. Debemos conocer los maestros de nuestros hijos y lo que le enseñan. Ayudemos a nuestros hijos con sus asignaciones escolares, pero no las hagamos por ellos.
Desarrollo del potencial creativo.
Fomentemos la habilidad creadora. Dejemos que nuestros hijos exploren su mundo. Fomentemos interés en los deportes, la música, el baile, la escritura, el drama, etc.. Proveamos medios alternos de aprendizaje Dependiendo de la edad de sus hijos, considere cubos, rompecabezas, modelos y libros como medios alternos de aprendizaje.
Nosotros, las madres y los padres, tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros hijos a desarrollar un comportamiento apropiado. Esto lo podemos hacer con las siguientes recomendaciones:
 Castigue con amor: Asegúrese de que existan reglas en el hogar y que sus hijos las conozcan y las comprendan. Que ellos sepan que es importante seguirlas. De no seguirlas, castigue con firmeza, pero con amor. No entre en una lucha de poder con sus hijos. Este es el error más grande que cometemos como padres y madres. Nuestros hijos deben saber que, si ellos no cumplen con sus responsabilidades y deberes, habrá consecuencias. Es nuestra responsabilidad cumplir con las consecuencias en una forma firme pero con mucho amor y sin gritar ni perder la paciencia.
 Enseñe habilidades sociales: Los buenos modales, compartir, escuchar y respetar las necesidades, opiniones y diferencias de los demás son importantes para un desarrollo saludable.
 Enfrente la frustración: Enseñemos a nuestros hijos que las emociones son normales, pero que gritar, golpear, etc., no son las mejores maneras de expresar sentimientos. Es importante animarlos a que hablen sobre sus sentimientos, en vez de comportarse de forma inadecuada.
 Comunicación efectiva:
 Hablemos con nuestros hijos acerca de sus experiencias y sentimientos. Seamos francos, pero no juzguemos a nuestros hijos. Nuestras críticas deben ser constructivas. Esto animará a planes y sueños.
 Siempre debemos explicarles lo que nosotros creemos y por qué establecemos las reglas. Cuando nuestros hijos no están de acuerdo con nosotros, debemos escucharlos y estar dispuestos a negociar con ellos dentro de lo que sea posible y razonable.
 Debemos ser imparciales cuando nuestros hijos tienen disputas con sus hermanos o amistades. Debemos escuchar a todos con cuidado antes de intervenir.
 Debemos recordar que los niños aprenden mucho imitando a los demás. Como padres y madres, somos los mejores o peores modelos para nuestros hijos:
 Si mostramos amor, nuestros hijos harán lo mismo.
 Si respetamos a nuestros hijos, ellos nos respetarán a nosotros y a otros también.
 Si tenemos autodisciplina, ellos también la tendrán.
 Si tratamos a los demás cortés e imparcialmente, nuestros hijos lo harán también.
 Si actuamos con serenidad cuando las cosas van mal, nuestros hijos harán lo mismo ante la adversidad.
 Si actuamos con coraje y rencor, nuestros hijos lo harán también.
 Si nosotros enfrentamos nuestros problemas con una actitud positiva ("puedo hacerlo") en vez de qué hago ahora?"), nuestros hijos harán lo mismo.
Consejos útiles para los padres
La primera y fundamental advertencia es no romper el dialogo con el hijo que se droga. No ayuda a nada recriminar, discutir con él. Tampoco es útil que los padres asuman la actitud de víctimas y usen frases del estilo de “así nos pagas todo lo que hicimos por vos” evidentemente, expulsarlo de la casa es una pésima decisión.
Establecer un dialogo franco con el hijo, sobre todo si se trata de padres que antes no dedicaron el tiempo y las ganas suficientes para ocuparse seriamente del hijo o si es el caso de esas familias que accedían a los caprichos del chico para desembarazarse de el.
Es necesario ayudar al chico a sentirse bien consigo mismo. Una baja autoestima favorece conductas autodestructivas. Ante los fracasos es bueno que los padres valoren los esfuerzos de sus hijos.
No es conveniente indagar sobre los inútiles detalles de cómo se droga, en todo caso los padres deberían preguntar solamente cuanto y desde cuando se drogan. No buscar aparentar aire doctoral en algo que se ignora.
No es bueno asumir un tono inquisitivo ni tampoco demasiado moralizante. Mucho menos tener compasión por el hijo. De nada sirve aceptar las excusas que pondrá el chico para justificar su conducta.
Tampoco conviene darle consejos inútiles. Cada uno, desgraciadamente, sabe equivocarse solo.
Los padres no se deben ilusionar con que es fácil restablecer con el hijo una buena relación. Es prudente que los papas busquen ayuda en quienes saben más que ellos. Por ejemplo, de otros padres que han pasado por esta experiencia o del medico de familia, si se tiene uno, o de los expertos de los centros de ayuda públicos y privados.
No ceder nunca a los pedidos de dinero del hijo o a sus extorsiones con la ilusión de evitar lo peor. Es común que los padres se dejen engañar por las “escenas” de una crisis de abstinencia, que generalmente están cargadas de “arte”. No hay que olvidar que si ya depende de la droga, no querrá cambiar sus hábitos hasta que ha tocado fondo.
Una vez que los padres han enfrentado el tema con su hijo, debe plantearse como ayudarlo de modo concreto, especialmente informándose sobre todas las terapias de recuperación existente.
Es fácil fomentar actividades recreativas. Jugar con los hijos puede favorecer el entendimiento con ellos.
a) falta de confianza en sí mismo (pobre autoestima) y pasividad;
b) dificultades de interrelación y de socialización;
c) poca capacidad de decisión, confusión o falta de valores;
d) vulnerabilidad a toda influencia externa;
e) intolerancia a las frustraciones (dolor, fracaso).
Efectos de las drogas en general:
Los efectos producidos por el consumo de cualquier droga varían en función de la interacción de numerosos factores, entre los que se encuentran:
a) Las características de la sustancia ingerida (tipo de droga, calidad, pureza química, cantidad)
b) Las características individuales del consumidor (edad, peso corporal, metabolismo, estado de salud general, rasgos de carácter, personalidad, formación, conocimiento, creencias, etc..)
c) Las circunstancias y el medio en que se consume (estado de ánimo, experiencia previa, expectativas, la razón por la que se toma la droga, ambiente social y cultural, etc...)
Tal diversidad de factores hace imposible predecir con absoluta seguridad que tipo de reacciones provocara el uso de una droga en determinada persona.

Consejo útiles para los padres
La primera y fundamental advertencia es no romper el dialogo con el hijo que se droga. No ayuda a nada recriminar, discutir con él. Tampoco es útil que los padres asuman la actitud de víctimas y usen frases del estilo de “así nos pagas todo lo que hicimos por vos” evidentemente, expulsarlo de la casa es una pésima decisión.
Establecer un dialogo franco con el hijo, sobre todo si se trata de padres que antes no dedicaron el tiempo y las ganas suficientes para ocuparse seriamente del hijo o si es el caso de esas familias que accedían a los caprichos del chico para desembarazarse de el.
Es necesario ayudar al chico a sentirse bien consigo mismo. Una baja autoestima favorece conductas autodestructivas. Ante los fracasos es bueno que los padres valoren los esfuerzos de sus hijos.
No es conveniente indagar sobre los inútiles detalles de cómo se droga, en todo caso los padres deberían preguntar solamente cuanto y desde cuando se drogan. No buscar aparentar aire doctoral en algo que se ignora.
No es bueno asumir un tono inquisitivo ni tampoco demasiado moralizante. Mucho menos tener compasión por el hijo. De nada sirve aceptar las excusas que pondrá el chico para justificar su conducta.
Tampoco conviene darle consejos inútiles. Cada uno, desgraciadamente, sabe equivocarse solo.
Los padres no se deben ilusionar con que es fácil restablecer con el hijo una buena relación. Es prudente que los papas busquen ayuda en quienes saben mas que ellos. Por ejemplo, de otros padres que han pasado por esta experiencia o del medico de familia, si se tiene uno, o de los expertos de los centros de ayuda públicos y privados.
No ceder nunca a los pedidos de dinero del hijo o a sus extorsiones con la ilusión de evitar lo peor. Es común que los padres se dejen engañar por las “escenas” de una crisis de abstinencia, que generalmente están cargadas de “arte”. No hay que olvidar que si ya depende de la droga, no querrá cambiar sus hábitos hasta que ha tocado fondo.
Una vez que los padres han enfrentado el tema con su hijo, debe plantearse como ayudarlo de modo concreto, especialmente informándose sobre todas las terapias de recuperación existente.
Es fácil fomentar actividades recreativas. Jugar con los hijos puede favorecer el entendimiento con ellos.

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